La almohada me vuelve a preguntar
"¿cuándo conoceré a esa chica
que me enseñas en tus sueños?"
Yo me quedo sin palabras
y contigo en la punta de la lengua.
Respondo un "mañana llegará"
Y esa noche no dormí
volviendo a contar a las luciérnagas
la historia de tus besos,
la vida que me diste en Montjuïc.
Pisaste Madrid y llegó la primavera,
en mis brazos florecieron mil caricias para ti.
Me tumbo al calor de tu cuerpo, oliendo tu pelo,
Y tiemblo si siento tus dedos rozarme...
Subido a tus caderas toco el cielo,
Convirtamos esta habitación en París
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