Oigo risas al levantarme
pero no son de esta casa.
Te fuiste y te llevaste la alegría de este cuarto
dejando una nota desafinada, tu recuerdo y una botella de ron.
Eras el sueño de una vida caducada,
la esperanza de una batalla perdida,
y te convertiste en una noche
en la decepción que maquillaba mi cara.
Pasaron años, y con ellos las sirenas
con su sexo y sus labios
que amargaron el sabor de tus besos
y endulzaron el del amor.
Un día llegó la reina de mis mares
y destruyó tus castillos sin historia
marcando mi playa con su bandera,
dejando sus huellas en la arena,
regalándome felicidad, alejándome el ron.
Oigo risas en mi vida,
vienen de esta habitación.
domingo, 21 de octubre de 2012
viernes, 19 de octubre de 2012
Amanece
Creo que el amor son como dos gotas de agua
que se unen para formar una burbuja
aislada de la entropía del mundo,
frágil como una copa de cristal
al borde de una mesa en año nuevo.
Y nuestra copa cayó derramando todo el vino,
rompiendo el carmín de la orilla en mil pedazos
que me cortaron las manos y las alas,
enrojeciendo de vino el suelo
en el que yacimos tú y yo ayer.
Vete y llévate contigo los gemidos,
los besos, los abrazos, mis latidos.
También los suspiros de esa tarde en la playa,
la arena del reloj de nuestro tiempo acabado.
Vete, y vuelve cuando estés dispuesta a quererme.
Llega la primavera, amanece...
No te he vuelto a ver.
que se unen para formar una burbuja
aislada de la entropía del mundo,
frágil como una copa de cristal
al borde de una mesa en año nuevo.
Y nuestra copa cayó derramando todo el vino,
rompiendo el carmín de la orilla en mil pedazos
que me cortaron las manos y las alas,
enrojeciendo de vino el suelo
en el que yacimos tú y yo ayer.
Vete y llévate contigo los gemidos,
los besos, los abrazos, mis latidos.
También los suspiros de esa tarde en la playa,
la arena del reloj de nuestro tiempo acabado.
Vete, y vuelve cuando estés dispuesta a quererme.
Llega la primavera, amanece...
No te he vuelto a ver.
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